lunes, 3 de febrero de 2014

Me necesito a mí.

Arráncame la piel, aráñame.
Intento sentir algo pero solo me siento vacía.
Las direcciones que he tomado me han llevado a esto. Enséñame a vivir, porque no estoy viviendo. Haz que te demuestre que no llevas razón, llévame la contraria y apóyame en cada momento. No sé vivir sin ti. No sé vivir contigo.
Necesito no necesitarte.
Necesito necesitarme y necesitar reír.
Y dejar que todo cicatrice.
Y que el viento me acaricie y ver las hojas en otoño caer.
Y perderte para siempre y darme cuenta de qué no vas a volver.
Rehacer todo y respirar.
Tengo que tenerme a mi, dónde no estoy yo está mi desorden, donde los recuerdos se reconstruyen a base de otros y mi mente está perdida. Me necesito ahí, dónde puedo poner orden, cuando lucho conmigo misma.

Aquí me quedo, no me voy.

domingo, 2 de febrero de 2014

Por mí, no por ti.

Crees que porque en mi cabeza haya un desorden soy menos que todas tus ideas filosóficas que luego solo llevan al desastre. Crees que sentirme como me siento es una parte de ser cobarde, que me escondo en la cobardía, para que me persigas. Y vas de listo de nuevo diciendo que así no consigo nada.
Sabes más de mí que nadie y menos que ninguno. Mis ideas no se aclaran, pero no soy esa chica estúpida que tu crees. ¿Mi locura me hace más interesante?
He madurado mucho y he perdido facultades. Olvidar ya no es parte de mi cuando hablamos de las personas. Puedo olvidar todo una corriente de cosas y que de repente me ahoguen como un tsunami. Pero tú, nunca te vas.
Sí te vas, pero para mí no te has ido. No te dejo irte y lo haces, pero te busco aunque no quiero encontrarte. ¿Qué es de mí sin ti cuando de ti sin mí eres mejor? Que esas palabras que me dirías, no son más que esconder los sentimientos. Me duele más que nada pensar en el vacío en ti sobre mí y en tu indiferencia preocupada. No quiero que te preocupes pero no quiero que dejes de hacerlo. ¿Me matas un poco para reconstruirme de nuevo?
Me matas un poco y me dejas agonizando, y yo espero que vuelvas y que vuelva esa sonrisa, que vuelvan esas risas y todas aquellas caricias, y que cada error te duela más a ti que a mí, que me sepas querer bien o que nos queramos sin saber.
El desorden en mí es por ti, pero no por tu culpa, o sí por tu culpa, por la mía.
Odio ser yo la que pide perdón esperando que disculpes cómo me has tratado, cuando luego tratas de fingir que te importo y veo tu sonrisa cuando me echas abajo. Me dejas en ruinas. Y sin embargo todo lo que viene de ti es que me perdonas cuando yo sé que ya lo has hecho, que no lo has hecho, que no sé qué has hecho porque todo esto te da igual y no tiene sentido. Y qué hago yo ahora escribiendo sobre mí, sobre ti y sobre todo mi mundo, si no llegarás a leerlo y si lo haces será otra parte para echarme en cara sobre que quiero que me persigas. Hazlo, persígueme, pero esto lo hago por mí, y por reconstruirme cuando estuve a punto de caer. Y un "eres cobarde" jamás me hará subir.

Destruirme del todo no sirve de nada cuando sé que puede que te hiciese feliz. No me destruyo, voy a cuidar de mí porque no quieres que lo haga, o por qué te da igual. Voy a hacerlo, voy a seguir y te voy a olvidar, porque voy a recuperar esa parte de mí sin ti. Depender de alguien solo te va a hacer caer. Por mí, no por ti. Ya no.